Habia una vez un mundo cochiti creado por la madre tierra que controlaba todo lo que sucedía y se creaba. En ese mundo inicial solo había animales, ya habían sido creados los animales de cuatro patas, los animales con alas y los seres pez. Todos habitaban este mundo. La madre tierra llamo un día a los animales y les dijo que el Dios Creador había decidido crear otro tipo de ser que llamaría humanos. Para que ser relacionara con los otros animales.
El coyote que era muy quejón dijo.
Y para que necesitamos esos humanos en nuestro mundo. Todos estamos bien como estamos y ni si quiera sabemos si estarán buenos para ser comidos.
La madre tierra se enojo por el comentario de Coyote y le dijo. Coyote, cuida tus maneras. El creador ha decidido hacer estos seres humanos a su imagen y semejanza así que estos seres humanos deberán recibir todo el respeto por todos los otras criaturas. Y como el creador les ha dado a estos humanos la habilidad de adquirir mayor conocimiento esta deseoso de saber hasta si el humano es capaz de usar el conocimiento con inteligencia y sabiduría.
La madre tierra trajo luego al primer ser humano a la superficie y en ese momento la luna estaba brillando sobre la tierra, El primer humano, que nunca había visto La Luz, se maravillo de ver ese objeto brillando en la oscuridad y como no existía La Luz el solo brillo de la luna casi lo vuelve ciego. Hasta que sus ojos se acostumbraron a La Luz de la luna.
Luego la madre tierra le entrego una gran vasija llena de luces al primer hombre advirtiéndole que como sus ojos no estaban acostumbrados a La Luz no podia mirar de frente las luces de la vasija. Le dijo ademas al primer hombre que ella iría a traer mas hombres desde lo profundo del mundo y que mientras lo hacia le iba a pedir que tomara una a una las luces y las colocara en lo alto pero que debía darles nombres a medida que les asignaba su posición en el cielo.
Recuerda colocarlas y darles nombre para que en el futuro les sirva a los hombres como referencia de los cambios de estación y ayuda para viajar por el mundo.
El Primer hombre tomo un puñado de estrellas, siete estrellas y sin mirarlas directamente las arrojo sobre su cabeza y mientras los animales las observaban brillar maravillados. La madre tierra le pregunto como las llamaría y el coyote tomando la delantera dijo . Que se llamen los brillos del coyote. Pero la madre tierra le dijo.
Coyote no eres tu el encargado de nombrarlas, debe ser el hombre.
Así que el hombre dijo
Como son siete las llamare los siete luceros, en nuestros tiempos se conocen como las pléyades,
Mientras tanto el coyote que era muy quejón decía…. Siete luceros…. Que estupido nombre… estos humanos no saben nada de nada. La madre tierra lo regaño y el coyote simplemente se acercaba a la vasija a husmear sobre las luces.
El ser humano pregunto….Ya que estoy colocando las luces en el cielo, hay algún momento en que el cielo sea mas brillante o siempre es asi.
Y el coyote prepotentemente dijo…
Estos humanos no saben nada del mundo…. No saben que hay un momento en que La gran luz sale y se hace de dia…
La madre tierra dijo… Coyote tiene razón. Después de la noche viene el día, que es mucho mas brillante que la noche. la primera parte del día es la mañana, luego la tarde y luego regresa la noche de nuevo.
Así que el hombre saco de la vasija una gran luz y la coloco donde alumbrara antes de el día. Y la llamo la estrella de la mañana. Lo que hoy conocemos como Venus. Luego coloco un grupo de luces formando una vasija y un mango, y la llamo la gran vasija…. Nosotros la conocemos co