Había una vez dos palomas que crecieron juntas y nacidas en el mismo nido. Desde pequeñas las dos no podían ser mas diferentes.
Una era muy buena y obediente y la otra era muy traviesa y totalmente desobediente. La palomita buena desde pequeña lo obedecía a la mama paloma y en cambio la palomita traviesa siempre estaba buscando como no obedecer y muchas veces la mama paloma la tenia que regañar diciéndole
Mira si sigues actuando así, no podrás irte para el cielo ya que con el tiempo vas a cometer muchos pecados y te vas a ir para el infierno.
La paloma traviesa realmente no hacia caso e ignoraba por completo la advertencia de la mama. En cambio la palomita buena era muy juiciosa y siempre obedecía a la mama. Y la mama paloma le decía… Hija mía tu que eres tan buena vas a irte para el cielo. Sigue asi.
Cuando las palomas empezaron a crecer e independizarse el comportamiento de cada una de ellas no cambio. La paloma traviesa se mantenía de fiesta en fiesta y le gustaba tomar y fumar y hacer miles de travesuras, mientras que la palomita buena se dedicaba a estudiar e ir a misa, casi que todos los días.
Entre la comunidad de palomas la palomita traviesa tenia muy mala fama y en cambio la palomita buena siempre era considerada una santa.
Pasaban los años y el comportamiento de la palomita traviesa era cada vez peor, con malas compañías y malos vicios, en cambio la palomita buena no decía malas palabras, estudiaba a toda hora, no salía de fiesta, siempre iba a misa todos los días y rezaba permanentemente.
Paso el tiempo y la palomita traviesa murió de vieja, después de haber pasado una vida totalmente desordenada y como la mama lo había predicho después de muerta termino en el infierno como castigo de su vida disoluta y su multiples vicios y malos actos.
Un día mientras estaba volando por las puertas del infierno la palomita traviesa vio como se acercaba a la puerta del infierno la palomita buena y extrañada le pregunto
Hermana, que haces aquí, como es posible que tu estes entrando al infierno, si tu nunca has mentido o hecho nada malo y permanentemente has orado e ido a misa… Yo todavía recuerdo tus noches enteras rezando los mil Jesuses, y el ave Maria, y el padre nuestro y siempre mantenías un rosario entre tus patitas.
Que sucedió tu que siempre has sido buena como es que estas por aquí
Hay hermanita…. Dijo la palomita buena…. La vida es asi…. Como tu dices yo siempre seguí las reglas, fui a misa, nunca dije malas palabras ni hice nada malo. Pero cuando me llego el momento final vi como mis alas comenzaron a transformarse en luz y mi alma se lleno de alegría y comencé a volar hacia arriba hacia el cielo y yo iba totalmente feliz de gozo, cantando música gregoriana. Dichosa de dirigirme al cielo, ya que nunca había cometido ningún pecado en mi vida.
Y de pronto vi como desde las nubes del cielo al que me dirigía bajaba un palomo absolutamente hermoso con su pico y patitas de oro brillando con una bella luz y sus plumas blancas como la nieve y con una corona dorada llena de piedras preciosas. Un palomo que nunca había visto mas hermoso y con una mirada muy dulce casi femenina. Y cuando paso a mi lado no me pude resistir y le dije con mucho bonito.
Adios Mariposon…..
Y era el Espíritu Santo