Había una vez en la region que hoy conocemos como Botswana un mundo San donde no existía todavía la tribu San. El mundo ya estaba creado y existía unos pocos animales y el mundo era básicamente un rio de todo lo largo y ancho del mundo.
La mantis religiosa, el animal mas importante de la creación, necesitaba encontrar el propósito de la creación y como la abeja era el animal mas sabio de la creación, le pidió que la guiara en la búsqueda de ese propósito.
La abeja comenzó a viajar sobre las aguas oscuras de aquel rio y sobre ella viaja una mantis religiosa. Y después de muchos días volando tratando de encontrar un pedazo de tierra donde posarse sentía ya que el peso de la mantis religiosa era insoportable.
A medida que volaba y el tiempo pasaba la mantis se iba haciendo más y más grande y su peso iba aumentando y aumentando y la abeja debído al peso que tenia que cargar cada vez volaba más y más bajo. Hasta que finalmente solamente podia volar a ras de la superficie de aquel rio hasta que finalmente no le quedo mas alternativa que acuatizar en aquel rio y simplemente dejarse llevar por la corriente flotando.
Despues de flotar por un largo tiempo vio que en la superficie de aquel rio había una flor blanca que apenas comenzaba a abrirse ya que necesitaba La Luz del sol para abrirse totalmente. La abeja exhausta nado como pudo hasta aquella flor y depositando allí la mantis la cubrió con una semilla que cargaba y dejo a la mantis para que cuidara esta semilla dentro de su cuerpo y luego la abeja murió de cansancio.
Cuando el sol salió y calentó la flor esta se abrió y la mantis despertó y sintió que dentro de si crecía aquella semilla dejada por la abeja. Y de la semilla de la abeja y la mantis en aquella flor blanca nació el primer hombre San de las planicies de Botswana.
Había una vez en la region que hoy conocemos como Botswana un mundo San donde no existía todavía la tribu San. El mundo ya estaba creado y existía unos pocos animales y el mundo era básicamente un rio de todo lo largo y ancho del mundo.
La mantis religiosa, el animal mas importante de la creación, necesitaba encontrar el propósito de la creación y como la abeja era el animal mas sabio de la creación, le pidió que la guiara en la búsqueda de ese propósito.
La abeja comenzó a viajar sobre las aguas oscuras de aquel rio y sobre ella viaja una mantis religiosa. Y después de muchos días volando tratando de encontrar un pedazo de tierra donde posarse sentía ya que el peso de la mantis religiosa era insoportable.
A medida que volaba y el tiempo pasaba la mantis se iba haciendo más y más grande y su peso iba aumentando y aumentando y la abeja debído al peso que tenia que cargar cada vez volaba más y más bajo. Hasta que finalmente solamente podia volar a ras de la superficie de aquel rio hasta que finalmente no le quedo mas alternativa que acuatizar en aquel rio y simplemente dejarse llevar por la corriente flotando.
Despues de flotar por un largo tiempo vio que en la superficie de aquel rio había una flor blanca que apenas comenzaba a abrirse ya que necesitaba La Luz del sol para abrirse totalmente. La abeja exhausta nado como pudo hasta aquella flor y depositando allí la mantis la cubrió con una semilla que cargaba y dejo a la mantis para que cuidara esta semilla dentro de su cuerpo y luego la abeja murió de cansancio.
Cuando el sol salió y calentó la flor esta se abrió y la mantis despertó y sintió que dentro de si crecía aquella semilla dejada por la abeja. Y de la semilla de la abeja y la mantis en aquella flor blanca nació el primer hombre San de las planicies de Botswana.