Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

295. Gara y Jonay (Leyenda Islas Canarias)

October 04, 2021 Juan Betancur Season 4 Episode 22
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
295. Gara y Jonay (Leyenda Islas Canarias)
Show Notes

Había una vez en lo que hoy conocemos como las islas canarias una fuente de agua que emerge en la isla de la gomera. Esta fuente tiene la característica de emerger en siete diferentes puntos y hoy se conoce como los chorros de Epina. Los habitantes de las canarias iban a aquellas fuentes para descifrar su futuro amoroso. Dice la leyenda que si alguna doncella se miraba en el pozo de agua y el agua permanecía clara y limpia, tendría suerte en el amor. Si por el contrario el agua se tornaba turbia y oscura, esa persona estaría condenada al sufrimiento y al desamor. 

 

Cuentan los que saben que para celebrar el año nuevo y el inicio de la temporada de cosecha una joven princesa llamada Gara de la tribu Agulo la tribu del agua habitantes de Gomera se acerco al pozo de agua sagrado de los chorros  de Epina  y allí después de hacer los ritos sagrados previos, acerco su bella cara al pozo de agua y este en primer momento le mostro su rostro claro, pero luego rápidamente se volvió turbia y oscura y la superficie se agito y los rayos del sol comenzaron a reflejarse como si fueran fuego. El interprete de los símbolos mágicos de la tribu al ver lo que acababa de suceder le dijo con voz acongojada. Princesa, tu destino esta ligado al agua, el único que puede apagar el fuego. Nunca te alejes del agua y siempre aléjate del fuego o este te abrazara y quemará.

 

 

 

Por esa época llegaron a La Gomera desde Tenerife conocida como la isla del fuego los Menceyes (reyes de los guanches), acompañados de sus familiares y de otros nobles. Entre ellos, viajaba el Mencey de Adeje junto con su hijo Jonay. Desde el primer momento, Gara se quedó prendida de este apuesto joven y él no tardó en corresponderla. A los pocos días se anunció su compromiso, y en ese mismo momento, el Volcan Teide localizado en la isla de Tenerife esploto y empezó a lanzar lava y fuego, de tal manera que era posible verlo desde la isla de La Gomera. 

 

Tras este suceso, algunos de los aborígenes recordaron lo que le había sucedido a la joven Gara el día que fue a los chorros de Epina. Por lo que, decidieron detener a la pareja de enamorados, ya que para ellos un amor entre el agua y el fuego, era imposible, porque los consideraban elementos que no son compatibles. 

Los sabios comprendieron que el amor entre la princesa de agua y el joven Jonay que venia de la isla Tenerife la isla del fuego, no podría consumarse ya que los dioses no lo permitirían y ambas familias decidieron romper el compromiso. Luego de que se tomo la decisión por parte de las dos tribus de disolver los planes de matrimonio, el Volcan Teide de Tenerife recupero la calma y Jonay fue forzado a regresar a Tenerife. 

 

Cuando Jonay volvió a Tenerife no se resignaba a perder a Gara e inflando dos vejigas de animal se echó a la mar en plena noche. Cuando las fuerzas le flaqueaban, las vejigas le ayudaban a mantenerse a flote y así, a la salida del alba arribó a las costas de La Gomera y fue en busca de su amada. 

 

Juntos decidieron escapar por los bosques de la isla Pero el padre de Gara se enteró de la huida de su hija y fue en su busca acompañado por un numeroso grupo de hombres. No tardaron en encontrarlos, y éstos en su afán de huir subieron al monte más alto de La Gomera donde se dieron cuenta de que no tenían escapatoria. En ese momento decidieron que preferían morir juntos que vivir separados 

No sabían qué hacer, hasta que Jonay vislumbró en el suelo una pequeña vara afilada de cedro y supo que debía hacer.

No estaban dispuestos a vivir el uno sin el otro, así que Jonay cogió la vara de cedro y la afiló un poco más por ambos extremos. Colocaron la vara en la altura de sus pechos, donde se encontraban sus corazones y un último abrazo unió a estos amantes para siempre

 

Y cuentas los viejos que en ho