Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
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37. El unicornio en el Jardín
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Había una vez un hombre que se despertó una mañana de domingo junto a su esposa y sin despertarla bajo a su cocina a prepararse el desayuno como lo hacia todos los días. Aquella bella mañana el hombre noto que algo extraño sucedía en su jardín y al asomarse por la ventana vio un unicornio que se estaba comiendo sus hortensias.
El hombre maravillado de ver por primera vez un unicornio en su jardín, subió rápidamente a la alcoba donde se encontraba su mujer aun durmiendo y con voz suave para no ahuyentar el unicornio le dijo.
Cariño hay un unicornio en nuestro jardín y se esta comiendo las hortensias.
La mujer entreabrió los ojos y mirándolo con cara de pocos amigos le dijo
Tonto e ignorante. No sabes que los unicornios no existen. Dejame dormir y vete.
El hombre que sabia que era lo que había visto bajo de nuevo y tomando una zanahoria de la cocina salió al patio y caminando lentamente por entre los arbustos del jardín se acerco al unicornio que seguía comiendo flores
El unicornio, observo como el hombre se acercaba y oliendo la deliciosa fragancia de la zanahoria se quedo esperando hasta que el hombre se acerco y para maravilla del hombre se la fue comiendo con suaves y tiernos mordiscos como solo los unicornios pueden comer.
El hombre extasiado pudo ver los bellos colores de el cuerno del unicornio y pudo ver claramente como su pelo dorado le caia suavemente y como sus pesuñas de plata a duras penas tocaban la verde grama.
Emocionado entro de nuevo a la casa y subiendo lentamente para no asustar al unicornio, llego de nuevo a la habitación y con voz suave le dijo a su esposa
Cariño… Allí sigue el unicornio y le he dado de comer una zanahoria y tiene un cuerno multicolor y una cabellera de oro y sus pesuñas flotan sobre el pasto verde. Debes bajar a verlo, vístete y baja.
La mujer que seguía entredormida le dijo. Ya te he dicho que me dejes dormir y no me vengas con tus cuentos de unicornios vete y déjame sola.
El hombre de nuevo bajo, descorazonado y mientras bajaba las escalera, su esposa tomo el teléfono y llamando al siquiatra le comento que su marido estaba teniendo alucinaciones. El hombre desde el jardín vio como el unicornio se alejaba dentro del bosque y triste se sento a esperar su regreso
Horas mas tarde, el siquiatra llego acompañado de un enfermero que traía una camisa de fuerza y se sento con la esposa del buen hombre y le pregunto lo que el le había dicho.
La esposa le relato lo acontecido durante esa mañana y el siquiatra subió a la habitación donde se encontraba el hombre y le pregunto que si era cierto que el había visto un unicornio comiéndose las hortensias esa mañana en el jardín
El hombre mirando fijamente al siquiatra le dijo.
Ya le he dicho anteriormente doctor que no veo a mi señora bien últimamente y obviamente es claro que ella esta perdiendo un poco la noción de la realidad. Imaginese usted pensar que un unicornio de cuerno multicolor, cabellera dorada y cascos plateados vendría a comerse las hortensias.
Por favor encárguese usted .
Momentos después, el siquiatra y el enfermero acompañaban a la señora en camisa de fuerza mientras ella gritaba que el loco era su marido.
Al otro día el marido se levantó a tomar te en su jardín mientras observaba como las hortensias de su jardín se recuperaban de los mordiscos del día anterior.