Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
726. Día 2 Novena de Navidad para niños (infantil)
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Juan David Betancur Fernandez
elnarradororal@gmail.com
Había una vez un dios llamado Jesus que estaban Buscando casa Imagínense a Jesus mirando y mirando con mucho cuidado el mapa de la Tierra. La verdad es que era muy importante encontrar el lugar y más importante encontrar quien sería su mama terrestre. Unos angeles que se las daban de consejeros le decían…. Jesus selecciona una reina bien poderosa y allí va a vivir en un palacio. Otros le decían Jesus mire ese hombre tan rico, seleccione a la esposa de el y vera como a usted no le va a faltar nada. Otros le decían …. Nooo usted merece vivir en un lugar muy maravilloso llego de bellezas naturales… todo para que usted viva confortablemente.
Pero Jesus, que es súper sencillo y humilde, dijo: "No, nada de lujos. Yo quiero una mamá que tenga el corazón bonito, no necesito que tenga mucho dinero con que sea una mujer buena es suficiente. . Quiero alguien que sepa amar de verdad".
Y buscando y buscando, sus ojos se detuvieron en un pueblito chiquitico y polvoriento llamado Nazaret. La verdad es que este Nazaret era bien pequeño tan pequeño que Ni siquiera salía en los mapas importantes. Allí en aquel pueblo vio a una muchacha joven, sencilla, estaba rezando en un rinconcito de su casa. Esta mujer se llamaba María.
Ella no era famosa, no tenía joyas, pero tenía el corazón más limpio y bueno de todo el planeta. Y Jesus le dijo a Papa Dios: "¡Es ella! Ella es la perfecta".
Entonces, Dios mandó a su mensajero estrella, el arcangel Gabriel, a darle la noticia. El Arcangel Gabriel era como el más encantador de todos los ángeles, con su sonrisa amplia y su mirada buena cautivaba a todos los que lo conocían. Sin embargo, por muy pinta que fuera esta arcargel maría cuando lo vio se pego macho susto. Estaba tranquila en su casa y de repente... ¡Pum! Un ángel lleno de luz se le aparece.
El Arcangel le dijo algo así: —¡Hola, María! Dios está súper feliz contigo. Eres su favorita. María abrió los ojos grandes, sin entender nada. Y el Ángel soltó la bomba: —Te cuento que Dios quiere venir al mundo para salvarnos a todos, y te escogió a ti para ser su mamá. Que te parece la ideas….Sera que aceptas y lo recibes convertido en un Bebe.
Y Ojo a esto: Dios, aunque es el Jefe de todo, le pidió permiso. No la obligó. María pudo haber dicho: "Uy no, qué miedo, eso es mucha responsabilidad, yo mejor paso". Pero no ella, que confiaba en Dios a ojos cerrados, respiró hondo y dijo la frase más valiente de la historia: —Listo yo estoy para lo que sea. (Bueno la verdad ella dijo: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra", que en idioma de hoy es: "Yo confío en Dios, que Él haga conmigo lo que quiera, aquí estoy lista").
En el mismísimo segundo en que María dijo "Sí", ocurrió el milagro. Y así Jesus el Dios, , se hizo chiquitico, microscópico, y empezó a vivir en la barriguita de María. Dejó de ser solo espíritu y empezó a tener manitos, piecitos y corazón de humano, igualito a como empezamos todos nosotros.
Lo más extraordinario de todo eso es que Jesus ya no estaba lejos en el cielo. ¡Ya estaba aquí! Escondidito y creciendo en secreto, pero ya había llegado a nuestro mundo para ser parte de el